«A mayúscula» o el Amor como actitud
Tenía poco más de veintidós años el día que, sin querer, empecé a escribir la palabra Amor con mayúscula. Y ni siquiera fui yo quien se dio cuenta, fue mi tía Malena. Mi tío Santos había muerto unos días antes y ella y yo montábamos la exposición póstuma que le hacía la Universidad Nacional Autónoma de México. Ese mismo día, al leer mis últimos “papelillos”, ella entendió que había llegado el momento de que yo conociera el “El Libro Blanco“ de Santos Balmori. Y allí, entre decenas de manuscritos, había uno claramente marcado por un separador: “Ama y hacia dónde [...]